Factores genéticos:
Una de las preguntas más frecuentes respecto al trastorno bipolar es si este puede heredarse. La evidencia científica indica que existe una base genética significativa en su desarrollo. Es decir, las personas que tienen un familiar cercano con trastorno bipolar como un padre, madre o hermano presentan un riesgo más elevado de padecerlo en comparación con la población general.
Estudios en genética han demostrado que la probabilidad de desarrollar este trastorno puede ser de cinco a diez veces mayor en individuos con antecedentes familiares directos. No obstante, es importante entender que la herencia genética no actúa de forma aislada ni garantiza por sí sola la aparición del trastorno. Muchas personas con familiares afectados nunca llegan a desarrollarlo.
Esto se debe a que el trastorno bipolar es una condición multifactorial, en la que intervienen no solo factores biológicos, sino también ambientales. Aspectos como el estrés prolongado, experiencias traumáticas en la infancia, consumo de sustancias, y alteraciones en el funcionamiento neuroquímico del cerebro pueden contribuir significativamente a su aparición de episodios en personas genéticamente predispuestas.
Osea que aunque haya base genética y juege un papel importante en el riesgo del desarrollo de la bipolaridad, no es determinante por sí sola. El trastorno surge de una compleja conexión entre la herencia y el entorno.
Autor: Shantal Cabanillas
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